Aunque parezca extraño la leche materna no siempre es blanca. A veces puede ser amarilla, otras verde e incluso, marrón. Es algo bastante común y no afecta la digestión del lactante.
Pero, ¿qué significa cada color?
Por lo general, el color que adopta la leche materna se relaciona con la etapa de la lactancia en la que se encuentra la mamá y su alimentación. Para la doctora Nícida Ferreyros, estos son algunos de los colores más usuales y su explicación.
- Amarillo. Llamado también calostro, es la que sale en las primeras horas y días de iniciada la lactancia debido a la producción de inmunoglobulinas que fortalecen el sistema inmune del bebé.
- Blanco. Conocida como leche de transición, empieza a tomar este color al quinto día. Tiene un alto contenido de grasas.
- Azul. Toma esta coloración a partir del día 15 aproximadamente, y corresponde a la leche madura. Posee mucha agua y lactosa.
- Marrón. En los primeros días de posparto, aumenta la circulación y algunas gotas de sangre pueden filtrarse en la leche. A esto se le conoce como síndrome de las tuberías oxidadas.

- Rojo. Puede deberse a una mastitis o grietas en los pezones.
- Rosado. Por comer alimentos como la betarraga y la zarzamora.
- Verde. Debido a una elevada ingesta de vegetales verdes, como espinaca, acelga o berros.
- Naranja. Revela un alto consumo de alimentos ricos en betacarotenos, como la papaya y la zanahoria.
- Negro. Debido a ciertos medicamentos, esta coloración es muy poco frecuente.
Finalmente, la especialista enfatiza que los cambios en el color de tu leche no afectan la salud tu bebé, por lo que no tienes que suspender tu lactancia. Recuerda WowMom: la leche materna siempre será el mejor alimento para tu pequeño.
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